Parque Geotermal Wai-O-Tapu: el arte volcánico de la Tierra
Llegamos tempranito a la mañana desde Taupo al Parque Geotermal Wai-O-Tapu y el camino por la ruta nos sorprendió: de repente ya no estábamos más en la Nueva Zelanda de praderas y campos llenos de ovejas a los que estábamos tan acostumbrados. El paisaje había cambiado drásticamente a árboles blanqueados por la escarcha de la mañana y puras nubes de humo sulfúrico subiendo a nuestros costados. Entonces recordamos que Nueva Zelanda, por más país urbanizado que parezca, es en realidad todavía una tierra muy salvaje donde los procesos geológicos de la Tierra están a flor de piel (y se pueden ver y hasta oler en todo el centro de la Isla Norte).
Ingresamos al visitor´s center y la señora que atendía la caja nos indicó muy amablemente el punto de comienzo del recorrido. Quienes cuidan el parque constantemente recuerdan a los visitantes recorrer el lugar con precaución por razones obvias: por todos lados en Wai-O-Tapu se están dando complejas reacciones químicas que resultan en barros burbujeantes, nubes sulfúricas y agua hirviendo. Es algo realmente mágico de ver, pero hay que hacerlo con cuidado.
Info general
El parque está ubicado entre Taupo y Rotorua. Sobre la State Highway 5 hacia la derecha está como escondida la calle Wai-O-Tapu Loop Road que conduce al complejo geotermal. Desde Taupo se llega en unos 40 minutos y desde Auckland en unas 3 horas y media. Click acá para más datos en el sitio web.
Recorriendo Wai-O-Tapu
Trip Advisor nombró al parque uno de los 20 lugares más surrealistas del planeta, y no exageró. Es un lugar que hace pensar mucho en el origen geológico de la Tierra y me sorprendió porque nunca había visto algo así. A lo largo de todo el recorrido, que toma aproximadamente una hora y media, se pueden ver una serie de piletas, cráteres y formaciones de todos los colores y olores. Por sus características, algunas reciben nombres simpáticos como Champagne Pool, Devil’s Home, Flat Frying Pan, Artist’s Pallet y Devil’s Bath, que con su extraordinario color amarillo/verde radioactivo es la más espectacular de todas. Lo más increíble de todo es caminar silenciosamente por las pasarelas de madera escuchando los burbujeos y el oleaje del agua que hierve más abajo en los cráteres y piscinas. Los carteles que señalizan el paseo indican a qué compuesto químico corresponde cada color de las aguas y del interior de las cuevas: todo lo que es amarillo es un depósito de sulfuro, algunos barros muy oscuros contienen grafito y petróleo crudo y los barros más grisáceos contienen sílice, y las piletas de fondo naranja tienen una concentración muy alta de antimonio. El violeta es el manganeso atravesando cambios en su estructura molecular. Hay pocas bacterias y microorganismos que puedan soportar bien las duras condiciones de la mayoría de las piscinas del parque, pero otros seres vivos aprendieron a aprovechar el calorcito de estas estufas naturales, como los possums y algunas especies de aves endémicas de Nueva Zelanda como el tui.
La cereza del postre es el géiser Lady Knox, que se puede ver en plena acción todos los días a las 10 y cuarto de la mañana, y se encuentra a unos cinco minutos de caminata fuera del recorrido principal pero todavía dentro del parque.
Devil’s Ink Pots
Artist’s Pallet
Lady Knox geyser
Champagne Pool
Agua hirviendo
El Volcán Taupo hizo erupción hace 26500 años y las cenizas llegaron hasta Asia y Europa
Devil’s Bath
¿Mi recomendación? ¡Visitar Wai-O-Tapu! Que no por nada tiene ganado el título de thermal wonderland. Definitivamente se ha ganado un lugarcito en mi lista de imperdibles de Nueva Zelanda.