Moscú con bajo presupuesto: 30 cosas para ver y hacer gratis (o casi)
Rusia es caro, dicen algunos. “Si vas a Moscú vas a gastar un montón de plata”. La verdad es que no. No, no, no y no. Claro que en Moscú hay cosas que se pagan caras, en parte porque es una ciudad donde algunas personas -muy pocas en comparación con el resto de la población- tienen un altísimo nivel económico. Pero también puede ser muy barato si así lo querés y si te tomás el tiempo para buscar. Además es una ciudad con una gran cultura under, joven, rebelde y un poco anarquista. Éstas son las 30 cosas que te recomiendo hacer si venís con bajo presupuesto a mochilear por la capital rusa.
1. Aprovechar un día de lluvia para irte de excursión por las estaciones de metro y ver los vestigios de la compleja iconografía soviética. Recomiendo algunas como Komsomolskaya, Ploshchad Revolutsiy, Park Kultury, Bielaruskaya y Arbatskaya. Muchas de éstas son de hecho algunas de las estaciones de transporte subterráneo más hermosas del mundo. El boleto por un viaje sale 50 rublos, o sea unos 80 centavos de dólar americano.
2. Buscar referencias literarias por toda la ciudad. En Moscú hay más cosas con el nombre de Gogol, Tolstoi y Dostoievski de lo que imaginás.
3. Escuchar Kino, fuerte, muy fuerte. Si todavía podés escuchar tus pensamientos, no lo estás haciendo bien. Kino es una banda de rock icónica en Rusia, nacida durante los laxos ochentas soviéticos. Viktor Tsoi, el cantante de la banda muerto en un accidente de auto en 1990, hoy es una leyenda de la cultura pop rusa y un símbolo de las ansias de libertad de la juventud.
4. Presenciar una sesión de fotos de casamiento en la entrada de una iglesia (algo que en Moscú ocurre con mucha frecuencia).
5. Visitar el Parque Gorky un domingo de verano (y meterte a la fuente principal como hacen algunos moscovitas). La entrada es completamente gratuita y dependiendo del día y la época del año hay sesiones de baile, de canto, de gimnasia y de ping pong a las que te podés unir sin pagar nada.
6. Buscar personajes de dibujos animados rusos por la ciudad, como Chieburashka y su amigo Giena el cocodrilo, o Vinni Pukh (adaptación soviética de Winnie Pooh). Estos animalitos forman parte de la cultura soviética y son conocidos tanto por grandes como por pequeños.
7. Ver a Stalin con la nariz rota en el Parque de las estatuas caídas (y comprobar que cerca de él está el modem que emite la señal de wifi del parque).
8. Pasear por la Plaza Roja al atardecer, o de noche y con luna llena, y ver sus edificios más icónicos: el GUM, antiguamente un edificio que funcionaba como un gran mercado comunal, la Catedral de San Basilio y el Museo de Historia. La entrada a San Basilio cuesta 350 rublos, equivalentes a 5 dólares con 50. Para mí, por dentro no lo vale.
9. Visitar el mausoleo de Lenin para ver si sigue tan muerto como desde 1924 (quién sabe, quizás algún día se levante…). La entrada no se paga, pero a menos que vayas sin absolutamente nada encima, el guardarropa para dejar tu cámara y tu mochila o bolso (no podés entrar con ellos) te sale 20 rublos. El mausoleo abre martes, miércoles y jueves de 10 de la mañana a 1 de la tarde.
10. Ir a un banya, la versión rusa del sauna.
11. Ir al parque histórico VDNKh (entrada libre), dedicado a la exhibición de los logros soviéticos en tecnología y cosmonáutica. Muy cerca está el pomposo Monumento a los Conquistadores del Espacio, fiel a la importancia que los soviéticos daban a sus éxitos en el campo de la ciencia.
12. Discutir borracho de vodka con otros borrachos sobre el fracaso que significa traducir la poesía de Pushkin del ruso a otro idioma. Intraducible e imposible de recontextualizar en otras lenguas, según ellos.
13. Aprender el alfabeto cirílico, saludos y palabras básicas en ruso.
14. Ver las tumbas de la vieja guardia bolchevique en el cementerio de Novodevichy.
15. Entrar a la catedral más bella de Moscú -después de la de San Basilio, claro-, la Catedral de Cristo el Salvador.
16. Ver un partido de ajedrez a cualquier hora en cualquier parque. Incluso si querés podés quedarte a seguirlo; los rusos lo hacen todo el tiempo y a ninguna pareja de ajedrecistas le molestará tener platea extranjera.
17. Jugar al veo-veo con los cientos de iglesias ortodoxas que hay en la ciudad.
18. Encontrar a las Siete Hermanas, los rascacielos art deco de Stalin. La más famosa de todas es la Universidad de Moscú, a la que podés llegar bajándote en la estación de metro Universitet.
19. Comer borshch casero según la receta tradicional (aunque el borshch no sea ruso, sino ucraniano, en Rusia le riden culto).
20. Visitar el barrio de Chistye Prudy, con su hermoso parque y lago.
21. Ver la estatua de Yuri Gagarin cerca de la estación Leninsky Prospekt.
22. Unirte a una clase de baile en un parque.
24. Tomar el metro hasta la estación de metro Partizanskaya y recorrer el Kremlin de Izmailovo. No es un kremlin real y antiguo como el de la Plaza Roja, sino una reproducción construida en madera en el siglo XX e inspirada en la temática de la Rusia zarista. En la actualidad funciona como mercado y parque de diversiones. Cuando algún empleado se digna a abrir la boletería, la entrada cuesta 10 rublos. Sino, pasá tranqui.
25. Ir a la playa de Serebryany Bor, un pequeño balneario sobre el río Moscova en un espacio verde llamado el bosque plateado.
26. Caminar por la antigua Calle Arbat (Ulitsa Arbat) y ver a todos los artistas callejeros que pintan, dibujan, cantan o tocan instrumentos durante las tardes en que la temperatura lo permite. Leí que en la dirección 37 de Arbat hay un puestito donde dan yogur, té y pancitos gratis, pero no lo comprobé por mi cuenta porque me enteré demasiado tarde.
27. Ver una película sin pagar un centavo (todos los domingos a las 8 de la noche) en el centro cultural Kitayskiy Letchik Dzhao Da, barrio de Kitay Gorod.
28. Desempolvar antiguos artefactos soviéticos como teléfonos, computadoras, máquinas expendedoras, radios, máquinas de escribir y hasta aparatos médicos en el Museo de la Cultura Industrial, ubicado muy cerca de la estación de metro Volzhskaya. La entrada es libre y el museo abre de 11 de la mañana a 7 de la tarde todos los días.
29. Ver una obra de teatro protagonizada por estudiantes de artes dramáticas en el Instituto Boris Shchukink, justo a la vuelta de la calle Nueva Arbat. La cultura de teatro que hay en Moscú es sorprendente, así como también la musical. No hace falta pagar para entrar a ver las obras, pero al final podés dejar una donación.
30. Ir a una clase gratuita de taekwondo en el Centro Cultural Coreano de Moscú (enfrente del bulevar de Chistye Prudy donde está el parque del lago). Si entrás a preguntar los horarios de las clases el staff coreano te recibirá con mucha amabilidad.
Muy Buenas recomendaciones, de veras, el parque de las estatuas súper en la tarde y al lado la mega estatua de peter colon, yo agregaría el garage museum en el parque gorki, q definitivamente es de lo.mejor en arte contemporáneo y una caminata por las orillas del río o casi cualquier lugar de noche es simplemente….
Gracias por la información!
La pondré en practica éste verano.